Las sandías del sábado ya no estaban (lógico, su frescura no daba para mucho y su apariencia apetitosa seguramente las hizo ser devoradas), pero en su lugar encontré no sólo una sandía nueva, sino una nueva agrupación frutal.
Se ven igual de sabrosas, ¿verdad?
Además ahora fuimos testigos de parte del proceso de tallado de esas figuras tan singulares en las sandías.
Redescubrimos como elaborar el mate
Y algo sobre el café de Colombia también.
Por esos rumbos descubrimos a un grupo de artistas callejeros que nos hicieron bailar limbo.
En una lona para espectáculos me cautivó una interpretación de "El condor pasa"
Magnífico, aunque el audio fallaba y el técnico se estuvo atravesando.
Asi que, en conclusión....
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