El poeta del grabado, padre de la Calavera Garbancera (hoy llamada Catrina), el que pobló nuestra imaginación, sueños y pesadillas con imágenes de diablos, fenómenos y de la Muerte Amable, José Guadalupe Posada cumple 100 años de haber partido a su encuentro con la elegante parca.
Conmemorando su paso por este mundo lleno de políticos satirizables, personajes pintorescos y grotescos malandrines, todos presentes en alguna muestra de su obra, el MUNAL ha organizado una muestra de carteles, algunos de los cuales se hallan también expuestos en las rejas de Chapultepec sobre el Paseo de la Reforma, homenajeando la obra de este artista de Aguascalientes, amigo y retratista del pueblo y de lo que yace más allá... y más acá.
Varios artistas gráficos han contribuido con su color y estilo al homenaje a este imaginante...
... para quien la vida y la muerte eran caras de la misma moneda.
Dechados de color y gracia.
Para inmortalizar lo inolvidable, para teñir de color al luto y darle tonos oscuros a la vida; para que los rostros más hermosos sea sólo la vista previa de los rostros difuntos pero muy vivarachos. Para seguir sintiendo ese México del pasado que tanto y tan poco ha cambiado, para bien o para mal.
Para que el talento de José Guadalupe Posada nos siga dando material de sueños, pesadillas y comentarios sociales en esta nuestra nación que aún necesita a tantos como él.
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