Cambiando canales en días recientes, encontré una maravilla, el programa "México, Puro Sabor", donde compartieron una receta que me sorprendió por su delicia y la sencillez de su preparación. Simplemente un queso fundido, con la originalidad de un sabroso baño de tequila, ¡¡ajúaaa!!!
Lo primero que necesitamos son estos tres ingredientes, en cantidades al gusto.
Con un poco de aceite los echamos en el sartén para saltearlos. Se puede añadir un poco de cilantro o de oregano y sal, pero ésta última la pasé por alto y no arrepentí del resultado, aunque otros podrían encontrar la falta de sal no muy conveniente.
Pronto los olores comienzan a llenar la cocina; un agasajo que comienza desde el momento de la preparación.
Es entonces cuando aparece el invitado especial, nuestro ingrediente estrella.
También el tequila se añade al gusto; yo le añadí a mucho, ¡¡mucho gusto!!!
Ya los aromas se convierten ahora en una caricia; son invitantes, sabrosos y, al menos en mi caso, nuevos en su combinación, y llegan a su punto más alto al agregarse el queso rallado, que se recomienda sea Chihuahua, dado que su forma de fundir lo hace adecuado para la mezcla perfecta de sabor y aroma.
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