Eso es lo que reza esta proclamación que ofrecía la nada despreciable (tanto entonces como ahora) cantidad de US$ 5.000 por la cabeza de Pancho Villa, y un extra de 1.000 por Candelario Cervantes, Francisco Beltrán, Pablo López y Martín López.
Hoy día deberíamos ofrecer una recompensa muchísimo mayor por otro héroe; alguno que como Zapata, Villa y sus equivalentes quisiera aportar justicia social a este país, en lugar de querer arreglar todo con estúpidos aumentos de impuestos que violan la decencia y son una burla a la inteligencia social, o con marchas y manifestaciones inútiles que ni arreglan nada. ¿Quién quiere tomar la estafeta de esos hombres?, ¿quién quiere ser el próximo que hará una diferencia y que igual será juzgado por los que no mueven un dedo o quieren arreglar todo de la peor manera?.
13/11/09
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