El Ojo Agavero

21/11/09

Domo arigato Nihon; 400 años de relaciones México- Japón.


El 21 de noviembre fue un día de mucho revuelo. En primer lugar la ciudad fue testigo del desfile de conmemoración de 99 años del inicio del movimiento revolucionario- evento que me perdí y que fue seguido por la inauguración de la feria de celebración de 400 años de relaciónes entre México y Japón, que fue celebrado con muestras gastronómicas, artesanales e industriales de ambos países.

Autos de Nissan.

La relación entre México y el país del Sol Naciente comenzó el 30 de septiembre de 1609 cuando el galeón del gobernador interino de Filipinas (recordemos que en aquel tiempo tanto ese país como México eran colonias de España) Rodrigo de Vivero naufragó frente a las costas de Onjuku, prefectura de Chiba, cuyos habitantes rescataron y albergaron a los navegantes. Recibido por los shogunes Tokugawa, Ieyasu y Hidetada, el ex- gobernador regresó al año siguiente a la Nueva España en un barco construido y obsequiado por estos señores. Llevaba consigo a algunos ciudadanos japoneses. Las relaciones amistosas entre ambos países habían comenzado.
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Marcelo Ebrard y dignatarios mexicanos y japoneses inaugurando el evento.

A estos eventos siguieron otros como la visita de Hasekura Tsunenaga, quien en 1614 viajó a Europa por orden del señor feudal Masamune Date y en su viaje pasó por Acapulco donde fue recibido con honores. Hoy día existe un documento donde se certifica que 4 personas de esta expedición decidieron quedarse en nuestro país, convirtiéndose en los primeros migrantes japoneeses: El viaje de Francisco Díaz Covarrubias a Yokohama en 1874, encabezando una comitiva científica para observar el paso de Venus. Tras el éxito de su misión e impresionado por la gran recepción por parte de los nipones, a su regreso a México recomendó al gobierno entablar relaciones amistosas oficiales con Japón, primer paso para las relaciones diplomáticas entre ambos países: La firma en 1888 del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación que sentó precedente para la firma de tratados similares con otros países, pues fue México la primera nación no asiática con quien se hizo tal tratado: La llegada en 1897 de la Inmigración Enomoto a Chiapas, la primera inmigración japonesa oficial a nuestro país y a toda América Latina. Tan fructuosas relaciones se rompieron durante la Segunda Guerra Mundial cuando México declaró la guerra a los países del Eje y no se reiniciaron sino hasta 1951 con el Tratado de San Francisco.

Hoy día, no podemos negar que entre las cosas que más populares son en México de Japón se encuentra la comida de ese país, y ésta se hallaba de forma pletórica en la feria; brochetas de pollo con salsa de soya, sushi en sus diferentes formas, arroz y demás guisos...


...¡¡Y no podía faltar el sake !!


Katanas que nos evocan imágenes propias de la cinematografía o la leyenda, darumas para la buena suerte.



Al iniciar el evento, un corto desfile mostró aspectos típicos de la cultura ancestral japonesa, tal como el altar portátil que podemos ver en este video.




El grupo de descendientes de los inmigrantes de Okinawa presentó esta interesante muestra de coreografía acompañada de percusiones.


Pero sólo fueron algunas de muchas interesantes exposiciones de la cultura de ambos países.


Por supuesto, siendo una muestra de todo lo japonés, ¡¡no podían faltar los personajes del muy exitoso (y gustado por mi) ánime!!.


La fería sólo tuvo lugar el fin de semana del 21 y 22 de noviembre, pero la celebración de los 400 años de relación México- Japón se prolongará hasta el 2010 con distintos eventos, a los que procuraré asistir y documentar en éste, el blog sabor tequila que hoy nos deja un gusto a sake. ¡Sayonara!.

13/11/09

¿Cuánto das por Pancho Villa?

Eso es lo que reza esta proclamación que ofrecía la nada despreciable (tanto entonces como ahora) cantidad de US$ 5.000 por la cabeza de Pancho Villa, y un extra de 1.000 por Candelario Cervantes, Francisco Beltrán, Pablo López y Martín López.

Hoy día deberíamos ofrecer una recompensa muchísimo mayor por otro héroe; alguno que como Zapata, Villa y sus equivalentes quisiera aportar justicia social a este país, en lugar de querer arreglar todo con estúpidos aumentos de impuestos que violan la decencia y son una burla a la inteligencia social, o con marchas y manifestaciones inútiles que ni arreglan nada. ¿Quién quiere tomar la estafeta de esos hombres?, ¿quién quiere ser el próximo que hará una diferencia y que igual será juzgado por los que no mueven un dedo o quieren arreglar todo de la peor manera?.

8/11/09

Sábado en Reforma

De algún modo, mi vida y este blog han estado intimamente ligados a la avenida Paseo de la Reforma en los últimos meses.
Ahí visitamos exposiciones de fotos magníficas, como la de "Otros rostros de México", vimos desfiles como el de "Niños por el Bicentenario", y el de los alebrijes.
Reforma me ha llamado a pisarla o recorrerla más de una vez, sin que yo sienta redundante el incluirla en este espacio.


No siempre tiene la calma que la caracterizaba en su origen, aquellos lejanos días en que se llamaba Paseo del Emperador. Con todo y sus caóticos embotellamientos, las continuas marchas que detienen el libre tránsito y las emisiones contaminantes. Me declaro en romance con esta avenida.



Salgo tan poco de esta ciudad, que es de pesadilla pero que también amo, que encuentro satisfacción haciendo turismo por sus calles, pienso en lo que esconde y las voces que acarrean los lugares que son históricos. Continuamente imagino cómo habría lucido algún sitio en especial en otras épocas; hace cinco lustros, hace un siglo, hace 1000 años.
Como arteria vital de la Ciudad Demente Pero Amada, fluímos los que somos su sangre por ella, llevamos en manos lo que la dota de vida y lo que la contamina, la mente ocupada en impuestos nuevos que nos agobian, crímenes que quedan impunes y en nuestros problemas personales. Lo que la avenida expone, bello y feo, bueno y malo, antiguo y nuevo, está ahí viéndonos y dejándose ver. Puesto por nosotros y a veces destruido por nosotros por igual.

Depeche Mode, uno de los grupos musicales con quienes crecí y que es de mis preferidos, afirma en su canción "One caress", cuando creas que has probado todos los caminos/ todas las avenidas/ echa una nueva mirada a lo que encuentras viejo/ ahí encontrarás algo nuevo. Parece escrito precisamente hablando de la Ciudad Demente Pero Amada, precisamente hablando de su arteria llamada Paseo de La Reforma; es vieja, ruidosa, llena de tráfico. Algo hubo sin embargo la tarde de ayer que me hizo captar por enésima vez algunos de sus tramos.



No encontré nada nuevo en su pavimentación, en sus rejas de Chapultepec que presentan la exposición fotógrafica "México de los mexicanos", en la gente que camina por sus banquetas con prisa o con calma y viendo a los alebrijes que estarán expuestos hasta el domingo 8 de noviembre (o sea, hoy mismo que escribo esto). No hay nada nuevo en sus facciones como no lo hay en los ojos de las personas que me son importantes, ni en la comida que me gusta, ni en el trabajo que hago día a día. Al final me doy cuenta que eso no me importa. Me gusta la avenida con todo su movimiento, como me gusta la ciudad y todo lo que contiene, y soy un turista declarado de ambas.