"...es Argentina, ¿y qué?," dijo Rafa Márquez apenas en una rueda de prensa en cuanto a cómo se sentía con respecto al juego que la selección nacional sostendría en contra de ese país el domingo 27 de junio, o sea, poco más de 24 horas a partir del momento que escribo estas lineas. ¿Cual opinan que haya sido el significado de estas palabras del jugador del equipo tricolor?.
Sí, vamos contra Argentina, y ese recio "¿y qué?" se puede leer como un "no es lo peor que puede pasarle a la selección nacional, ni al país". De que muchos mexicanos tenemos fé y muchos ya la perdimos- o nunca la tuvimos- en cuanto al tricolor es innegable, pero se tiene cierto optimismo. ¿Se puede ganar?, sí; ¿se perderá?, es lo más seguro, pero igual esperamos con emoción el partido.
La emoción de ver jugar al país nativo es algo instintivo, automático, aunque tratándose de nuestra selección, angustiante. La verdad mi pronóstico no es nada optimista, aunque varias personas que conozco esperan un marcador favorable para México.
Se gane o se pierda, muchos mexicanos sienten emoción de ver jugar a la selección; optimistas o pesimistas por igual, esperamos ese momento con la pasión del deporte o algunos tan sólo como un momento de compartir con los amigos y la familia.
Así que, ¿y qué que se juegue contra Argentina?, vamos a ganar o perder contra un realmente gran equipo que, en caso de una derrota, no nos haría pasar la vergüenza de perder contra un país que ni es futbolístico, como EUA que llevó a la eliminación de la selección nacional del mundial de 2002. Angustia y todo, pesimismo y todo, esperamos el juego con placer y así acabemos festejando una victoria o decepcionados por la derrota los mexicanos confiamos en nuestra actitud para sacar lo mejor de lo peor y para celebrar por cualquier razón. Ojalá se tenga toda la razón para celebrar, que mucha falta nos hace sentirnos felices por algo real, aunque sea un juego de futbol. Así que amigos, disfruten la mexicanidad, festejen, brinden, griten y siéntanse felices de ser quienes son porque no dejamos de lado la esperanza de ser más de lo que somos, y un día habremos de serlo, aunque perdamos mañana porque mañana jugamos contra una muy fuerte selección, ¿y qué?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.