El Ojo Agavero

7/9/13

Un sueño dominical en tres dimensiones

Pocas manifestaciones del arte en México tuvieron en su momento el impacto y la controversia causados por el mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" del maestro Rivera.

Tal impacto lo vemos aún en nuestros días, en que discutiblemente es la obra insignia del gran monstruo del arte de México que fue Rivera. Parte de su impacto, de su legado, es el homenaje que se la hecho por parte de otros artistas, que lo han referenciado, homenajeado o, como es el caso de hoy, replicado en distinta técnica.
 
Susana Navarro y Teodoro Torres echaron mano de sus habilidades manuales y con una diversidad de materiales recrearon a los personajes de la historia de nuestro país que se dan cita en el mural de Diego, en una forma tangible, presente en las exposiciones del Museo del Estanquillo, en el Centro Histórico.

Ahí están los habitantes de la ciudad; los obreros y campesinos del pueblo, los personajes de la alta sociedad...
 
...los que escribieron nuestra historia y dieron rostro, colores, olores y sabor a nuestra cultura...
 
...los que forjaron México.
 
Capturar tal manifestación de lo que nuestro país es fue parte de lo que Diego nos dejó y regalo de los artistas Susana Navarro y Teodoro Torres, que buscaron darle una interpretacion personal y una forma alterna de disfrutar una obra tan hermosa como trascendente de los muchos rostros de México.
"Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" 
 Teodoro Torres y Susana Navarro, 2000. Técnica mixta.
Museo del Estanquillo,  Isabel la Católica 26  Centro Histórico,
Ciudad de México.


20/6/13

1ra (de muchas, esperamos) Feria del Taco en Tlalpan.


Una vez más la explanada delegacional de Tlalpan llamó la atención de SSSS El Agaves, igual que hace justo 4 años cuando visité la muestra "Oaxaca y la Guelaguetza". Desde aquel entonces no había tenido la oportunidad de regresar a ese hermoso punto de la capital mexicana. Ahora tenía la excusa perfecta.

Al llegar vi que no era tan grande como esperaba, pero el contenido más que el tamaño, dicen, es lo que cuenta.

¿Qué queja podía yo poner, de todas formas?, si ya al estar bajo las lonas, los aromas y vistas de tantas distintas variedades de tacos y otros antojitos eran lo que contaba. Al antojo no le importan los detalles.


Aunque debo aceptar que no eran tan variadas las opciones (de hecho un par de ellas, de cadenas restauranteras de comida mexicana de mucha fama, dejaban MUCHO que desear en la calidad de sus tacos) no fue difícil encontrar las buenas y darme el gusto.
 
¡El gustazo! porque ahí encontré la representación de unos clásicos chilangos.
Nada menos, los clásicos para después de la fiesta, la borrachera y para la resaca del día siguiente.
Definitivamente no se les puede decir que no a estos viejos amigos chupacabras.
Su salsa; ¡esa salsa que le da tono y ricura a estos famosos tacos de "muerte lenta" pero sabrosa!

Pa' rematar un pulquito, curado o natural o de ambos, de otro establecimiento que es clásico por la zona sur.


Sólo duró un fin de semana- 14, 15 y 16 de junio- este encuentro de distintas casas taqueras del Hábitat de Todos Los Chilangos. Sólo puedo rematar diciendo que espero que esto no quede aquí y que cada año regrese, más amplia, más surtida y más sabrosa esta Feria del Taco de Tlalpan.



20/4/13

Parroquia de San Jacinto, en el corazón de San Angel

Adyacente a la Plaza San Jacinto y la Plaza Tenanitla- nombre del antiguo poblado prehispánico donde ahora se halla San Ángel, en la Cd. de México- encontramos una parroquia de la que no se habla mucho.

Al menos no tanto como se habla de otras parroquias, ex- conventos e iglesias en la capital de nuestro país, pero que merece tener atención propia dada su relevancia tanto histórica como estética.

La Parroquia de San Jacinto es como el estándar de lo que se esperaba de una damita de sociedad de la época en que fue construida; discreta, espiritual, pero también presume características de una dama muy actual; encantadora, firme, que no pide nada a las demás.

Su historia, según su página web 
"Hacia 1535 los dominicos erigen en el poblado de Tenanitla una ermita dedicada a la Virgen del Rosario (advocación característica de la Orden), la cual se convertirá en una doctrina (centro de evangelización), desde la cual comienzan la evangelización en los pueblos aledaños (Tizapán, Tlacopac, Tetelpan, Ocotepec, Aculco, Atlitic y Chimaliztac).

Para 1554 el barrio crece y se expande con una población aproximada de 1400 habitantes dedicados fundamentalmente a la agricultura; la pequeña ermita es transformada por una capilla más grande que será convertida en una casa de “visita” de la Orden Dominicana, por la que transitaban los frailes que eran enviados a la zona para evangelizar.



Será hasta 1596, cuando llegan a la Nueva España las noticias de la canonización de San Jacinto (canonizado en 1594 por el papa Clemente VIII), cuando los frailes movidos por el regocijo del nuevo santo de su Orden, deciden dar a la capilla este nombre, comenzando también la construcción de un convento en los terrenos aledaños a la capilla, terminado hacia el año de 1602 independizado de la jurisdicción del convento de San Juan Bautista Coyoacán.

Probablemente hacia 1618 o 1619, es constituida en jurisdicción parroquial, dado que en los archivos parroquiales, el primer registro de bautismo asentado data del mes de agosto de 1619.



Hasta el año de 1754, la orden de los dominicos tendrá bajo su cuidado la parroquia, entregándola en ese año al clero Diocesano (secular) debido a los conflictos surgidos con los carmelitas del convento del Carmen de San Ángel.

Con las leyes de Reforma, los terrenos del convento de San Jacinto fueron confiscados por el gobierno en 1827, dejando sólo en funciones la Iglesia, un pequeño claustro y una parte de lo que actualmente es el atrio." 

Lugares como éste desafían a un mundo cambiante y convulso, persistiendo como sólo aquello que tiene vetusta identidad.

Podremos pasarlos por alto ante otros sitios de nuestra capital que atraen nuestra atención, pero eso sólo exacerba su encanto, pues con orgullo aguardan desde un costado del camino a aquellos que, sin duda alguna, tornarán tarde o temprano sus ojos hacia ellos.
 
Nos miran desde siempre, nos conocen, nos esperan...

... A que nosotros lleguemos a conocerlos.

Parroquia de San Jacinto; San Jacinto 18-Bis  San Angel, Álvaro Obregón, 01000 Ciudad de México, Distrito Federal.